Coordinador: Dr. Óscar Ugarteche Galarza
                                                                                      Web master:Dr. José Carlos Díaz Silva

Análisis del OBELA         /          ( english version )

¡Houston, tenemos un problema!: perspectivas económicas para el año 2018

Resumen:

Nos encontramos ante un escenario donde la actividad económica global continúa dando mejores signos vitales. 

El pronóstico de crecimiento, de por sí ya fortalecido en 2017, mejoró en 0.5 puntos porcentuales respecto al año 2016 (pasando de 3.2% a 3.7%), según el Fondo Monetario Internacional (FMI).  Sin embargo, el comercio como una de las supuestas fuentes de demanda agregada que debería impulsar el crecimiento económico se ha subestimado con un escenario de guerra comercial a principios de 2018.

Aunado a lo anterior, las decisiones estadounidenses sobre política monetaria y política fiscal están teniendo sus respectivas consecuencias sobre la inflación, por lo tanto, sobre la tasa de interés de referencia y las decisiones de política económica internacionales e incluso sobre la situación financiera de entidades privadas.

 

 

La guerra comercial de EEUU contra el mundo: ¿están seguros?

Resumen:

Con el anuncio del presidente de EEUU sobre la imposición de tarifas arancelarias a la importación estadounidense de acero en 25% y en aluminio en 10%, se han vuelto ha vuelto a sacudir las bases del orden comercial internacional.

La decisión, acompañada de la consigna “queremos un mercado libre, justo e inteligente”, confirma la postura del mandatario sobre la protección arbitraria y sin cálculo económico de sectores, ramas y empresas estadounidenses frente al orden comercial multilateral. Así, la agenda proteccionista americana continúa acumulando descontento comercial alrededor del mundo

La cuestión es: ¿a quién beneficia el aumento de costos de producción siderúrgica y en las derivadas producciones automotriz y metal-mecánica?, si la medida no ofrece condiciones de desarrollo, producción, comercio y empleo nacionales frente al mercado mundial.

 

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Fecha: Viernes, Septiembre 23, 2022 - 22:03

La OCS nació como los "Cinco de Shanghái" (China, Rusia, Kirguistán, Tayikistán y Kazajstán), una reunión informal para tratar cuestiones de seguridad fronteriza entre China y sus vecinos postsoviéticos. En junio de 2001, los miembros fundadores tomaron la decisión de transformar el grupo en una organización formal, centrada en la lucha contra el terrorismo y el extremismo religioso. Con la sucesiva ampliación de la OCS, los temas que abordaba se extendieron a las infraestructuras y el desarrollo económico, convirtiéndola en un foro de intercambio político entre Rusia, China y sus vecinos asiáticos.

Últimamente Rusia ha vendido la idea de la OCS como una especie de anti-OTAN. Ha apuntado a un reforzamiento de la dimensión militar, proponiendo unirse en ejercicios militares conjuntos en suelo ruso el próximo año. Moscú visualiza la OCS como un núcleo con liderazgo sino-ruso anti bloque occidental. No obstante, otros participantes no necesariamente concuerdan con la visión rusa, para ejemplificar, los organizadores de Uzbekistán han dejado claro que ellos no buscan girar la cumbre hacia una reunión anti-occidental, mientras que funcionarios de Kazajistán se han negado repetidamente a apoyar a Rusia en su guerra contra Ucrania.

Los problemas de los países miembros de la OCS entre ellos mismos o con agentes externos prevalecen a pesar de la dimensión militar que posee la organización. Las interacciones entre países como el caso de India y Pakistán conllevan problemas geopolíticos regionales, sin embargo, los lideres han preferido mantener la atención fuera de estas problemáticas o de cuestiones globales geopolíticas. En cambio, los países de la organización conservan sus intereses geopolíticos y económicos, priorizan el intercambio y la cooperación económica, aunque los conflictos entre los miembros o con agentes occidentales prevalezcan.

Fuente:
Fecha: Lunes, Septiembre 19, 2022 - 12:58

The United States and China depend on Taiwan's semiconductor industry. China imports 70% of this deficit from the Taiwan Semiconductor Manifacturing Company (TSMC); in addition, TSMC produces 92% of the most advanced chips designed by U.S. semiconductor companies.

TSMC leads the way in semiconductor production: there is no other company in the world that produces as efficiently and with a long-term vision as the Taiwanese company, which accounts for around 47% of total semiconductor sales revenue.

The conflict over Taiwan between China and the United States lies in the influence of TSMC, which is also an important part of China's plans to advance technological innovation.

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