China ante el impulso de la demanda interna.

Mié, 11/01/2023 - 18:29 -- bacosta

En la reciente reunión de julio de 2023 del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, la cuestión de la demanda interna insuficiente fue calificada como uno de los desafíos fundamentales que enfrenta su economía en la actualidad. Xu Gao (徐高) economista jefe del Bank Of China (BOC) International, la filial del Banco de China que ofrece servicios financieros a empresas y particulares, cuarto banco comercial más grande del mundo, publicó recientemente un artículo que analiza este tema y donde hace una novedosa propuesta de redistribución universal de participaciones de las empresas estatales.

Según el FMI, China creció en 2022 un 3.0 % y tiene proyectado para 2023 un 5 %. Aunque el gigante asiático deja atrás el crecimiento a dos dígitos de las décadas pasadas, estas cifras siguen muy lejos de las de la zona euro, que pasó de crecer un 3,3 % en 2022 a tener proyectado un 0,7 % en 2023, o las de EEUU que se mantienen en 2.1 %. A pesar de esto, el gobierno chino se está toma seriamente los nuevos desafíos tanto del nuevo clima internacional como internos. Tanto la reunión de julio de 2023 del Buró Político del Comité Central del PCC, como en las recientes declaraciones del de su banco central, o los análisis del Instituto de Economía de la Academia China, coinciden en la necesidad de dirigir la capacidad estatal hacia el aumento de la demanda interna. La preocupación general es que si la demanda mundial no se recupera podrían tener problemas serios de una demanda total insuficiente ante sus crecientes capacidades productivas. Al contrario de lo que sucede en Occidente, el gigante asiático pasó en julio de 2023 en una ligera deflación transitoria del 0,3 % (IPC), lo que da un amplio margen de actuación.

Dentro de los elementos que configuran la demanda interna, Xu Gao, economista jefe del BOC, considera una prioridad aumentar la proporción del consumo de los hogares en el PIB. Según Gao, esta falla tiene su origen en un problema de distribución de ingresos. La parte más significativa del poder adquisitivo está en manos del sector corporativo, y si las empresas no están dispuestas a invertir debido a la perspectiva de bajos rendimientos y exceso de capacidad instalada, este poder adquisitivo no se traducirá en gasto. Una solución es entonces redistribuir directamente los ingresos desde el sector corporativo hacia la ciudadanía.

Hay tres vías clásicas que Xu Gao considera defectuosas para este objetivo. La primera es centrarse solo en la propensión al consumo, sin aumentar los ingresos, lo que implica aumentar el endeudamiento. La segunda, es el aumento de los salarios. Este tiene el riesgo de un aumento de los costes salariales de las empresas, una pérdida de empleos totales, y reducir entonces la proporción de los salarios en el total de la economía. La tercera es la de enviar dinero directamente a la gente a través de transferencias. Sin una mejora real en las expectativas de ingresos futuros de las personas, el aumento de ingresos a corto plazo corre el riesgo de ser ahorrado por los residentes y que no se convierta finalmente en consumo. Para sortear estos problemas potenciales, Xu Gao propone un "Plan de participación en la propiedad de empresas estatales para todos".

Este plan consiste en establecer múltiples fondos de inversión públicos, financiados con capital de todas las empresas estatales, cuyas utilidades derivadas sean repartidas universalmente a toda la población. La gente no puede vender sus participaciones, pero una vez al año pueden retirar dividendos para gastarlos o usarlos para comprar y vender los derechos derivados, en búsqueda del mayor rendimiento de inversión posible. Además, los ciudadanos propietarios de estos derivados pueden cambiarlos entre los diferentes fondos públicos cuando quieran, y estimular así la competencia entre estos por atraerlos. Este plan, según el economista del BOC, no solo constituirá una mejora en la distribución del ingreso, sino que también construye una relación sólida y de confianza entre los ciudadanos y las empresas estatales. Esto generará un “efecto riqueza” positivo para el consumo al sentirse toda la población directamente parte del desarrollo de las empresas públicas que a su vez se verán influidas por la dinámica competitiva de estos fondos. Es una manera de generar mecanismos de competencia de mercado, sin privatizar las empresas públicas, al mismo tiempo que se redistribuyen recursos desde el sector corporativo hacia las personas para estimular así formas óptimas de consumo e inversión.

En conclusión, si bien hay pocas dudas de que la era del crecimiento sostenido de dos dígitos ha terminado para China, sigue bien posicionada para lograr una tasa de crecimiento significativamente más alta que la mayoría del G-7. Su objetivo prioritario es ahora sostener parte de su crecimiento de forma endógena en un entorno internacional inestable y un posible deterioro de la demanda externa. Propuestas como la de Xu Gao, muestran que la enorme capacidad de las empresas estatales todavía permite a la economía más grande del mundo —medido en PPP— pensar formas innovadoras de redistribución de la propiedad y estímulo de la economía.

 

Tema de investigación: 
Desarrollo y medio ambiente