Estados Unidos: la bolsa en auge y la economía estancada
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Resumen: A partir de la crisis de 2007/2008, un doble rasero ha sido aplicado a la economía de Estados Unidos con resultados a la vista: de un lado está la calle (Main street) estancada, y de otro Wall Street en euforia. Los argumentos de los republicanos a favor del “equilibrio fiscal”, contrastan con el apoyo irrestricto del Departamento del Tesoro y la Reserva Federal (Fed) al sector financiero a través de rescates bancarios, inyecciones masivas de liquidez, desgravación fiscal y regulación laxa. Los republicanos han saltado a la yugular del déficit fiscal ajustando salarios y consumo y asistiendo a un proceso de concentración del ingreso inédito, dicen Saez, Piketty y otros. Existe evidencia de que las medidas de inyección de liquidez “no convencionales” poco han contribuido a reducir la deuda de las familias y reactivar el consumo con firmeza. Con menos liquidez, la tasa de inflación es cada vez menor a la esperada por la Fed. Las deudas promedio de los préstamos hipotecarios, de los estudiantes y de las tarjetas de crédito de los hogares no han mejorado mucho con relación a 2009. A partir del primer trimestre del año en curso, el crédito ha vuelto a aumentar de acuerdo con la Fed de Nueva York (Véase “Household Debt and Credit Report”, en nyfed.org/1hMuFY2), lo cual no se ha reflejado en el aumento del PIB. De otro lado, alrededor de 19% del total de propietarios, todavía poseen casas con un valor inferior a sus hipotecas (Wall Street Journal, 21/05/2014), situación que demuestra que los problemas financieros no están resueltos. En el plano real, Estados Unidos todavía no recupera el nivel de inversión en el PIB previo a la crisis, en la actualidad todavía 3.26% por debajo del nivel de 2007 según la OCDE (Véase “OECD Economic Outlook 2014”, en bit.ly/1qALoXC). |
Ecuador regresa al financiamiento externo
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Resumen: Los cambios en la economía internacional están afectando a las economías latinoamericanas que se pensaban más allá de las restricciones externas habituales al crecimiento. Quizás el más visiblemente afectado esté siendo por el momento Ecuador que había confiado su destino petrolero, y de balanza de pagos, a Venezuela y PDVSA con una refinería en Manta efectuada entre ambos. Esta llegó a ser anunciada en el 2008 por los presidentes de ambos países, inclusive. En el 2014 sabemos que la Refinería del Pacifico en Manta será construida con dinero del gobierno de China y en sociedad con PetroChina. Las razones por las que Venezuela no haya cumplir con su parte del trato quizás tenga que ver con los precios del petróleo, que no mantuvieron la trayectoria esperada por la introducción del shale oil. De otro lado la apuesta ecuatoriana fue que el Banco del Sur iba a crearse y que ellos serían actores importantes dentro del mismo. Ahora se sabe que la que salió fortalecida fue la Corporación Andina de Fomento (CAF) que para Ecuador es la principal fuente de financiamiento externo después de haberse distanciado el país en términos políticos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en términos drásticos de los mercados financieros internacionales tras declarar que el íntegro de su deuda externa era ilegítimo excepto unos bonos globales. También se distanció del BNDES de Brasil por un problema en una obra y el país llevó el caso a las cortes de París. Esos actos han dejado al gobierno en manos y con las condiciones que quieran prestarle. La impresión que comienza a salir de Ecuador es que los costos internacionales de sus políticas están llegando y los nuevos acreedores chinos están poniendo las condiciones del juego. A esta se van a sumar las condiciones del Banco y luego sin duda las del Fondo. Es poco pensable que el país haga una emisión internacional de bonos sin garantía, aunque sea de 350 millones de dólares en realidad, sin el aval de alguien y sin un margen de riesgo muy alto. Esa es la única explicación para la operación del oro. Mientras el fondo de contingencia de los BRICs no se firme y se arme el observatorio económico del mismo para seguir y respaldar a las economías emergentes, es poco probable que haya otro actor que no sea el mismo FMI el que dé estos avales. Si el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) fuese mucho más potente y expresión real de la potencia de América del Sur, al menos, quizás podría ser el aval de estas emisiones. Pero no lo es y la reforma de la arquitectura financiera de América del Sur ha quedado frenada por vez enésima desde inicios del siglo XIX. La política económica internacional de Ecuador parece haber dado un giro sustantivo de su punto de partida y estar recorriendo el país en este campo un camino distinto del previsto. |
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Fecha: Miércoles, Noviembre 24, 2021 - 13:19
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Durante décadas, Chile fue puesto como modelo económico latinoamericano por los organismos multilaterales, el establishment internacional y por la Argentina empresarial y conservadora. La escasez de mejoras productivas y sociales afectaron a experimentos como el chileno. Los giros políticos en México y Perú y el flojo desempeño del Brasil de Bolsonaro ratifican que la receta neoliberal no da más de sí, pero aún faltan opciones exitosas. Chile no ha podido continuar el camino hacia el mundo desarrollado. Quedó atrapado en la llamada trampa de los países de ingresos medios. Los modelos económicos alternativos están lejos de exhibir éxitos. El peor ejemplo es Venezuela, con su hiperinflación. Fuente: |
Fecha: Martes, Noviembre 23, 2021 - 11:08
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La nueva agenda de los demócratas Build Back Better, que en principio establece un plan de acción en favor de la clase media estadounidense, presenta recortes de impuestos a las familias de ingresos altos, tratándose de una política regresiva. La nueva agenda beneficiaría impositivamente al 10% mas rico de la población estadounidense, no fluyendo a las familias de ingresos medios y bajos. Esto supone un colapso del sistema estadounidense, ya que incluso los programas multitudinarios requieren el visto bueno de las grandes corporaciones. Se estima que esta cláusula aumente el déficit fiscal estadounidense en $350,000 millones de dólares durante los próximos 10 años. Fuente: |
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