Fecha: Lunes, Abril 26, 2021 - 00:00
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El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, acusó a la Organización de los Estados Americanos (OEA) de instrumentalizar los diferentes mecanismos del organismo como sistemas de presión contras los países latinoamericanos que no hacen "causa común" con la política injerencista del Gobierno de Estados Unidos.

El gobierno de Nicaragua ordenó el cierre de la sede de la OEA ubicado en Managua, llamando la atención al organismo de ser hacer un “papel miserable” de agente de Estados Unidos mientras algunos países son mantienen un trato preferente a pesar de la constante violación de los Derechos Humanos, como el caso de Colombia.

El 24 de abril la OEA ha exigido al gobierno nicaragüense el respeto y el cumplimiento a las obligaciones que todavía tiene con la organización.  

Fecha: Lunes, Abril 19, 2021 - 12:19

La semana pasada, los ministros de Economía se reunieron virtualmente en las Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial para debatir las políticas de lucha contra la pandemia y la recuperación socioeconómica.

El análisis de las proyecciones fiscales del FMI muestra que se esperan recortes presupuestarios en 154 países este año, y hasta 159 países en 2022. Esto significa que el 85% de la población mundial vivirán en condiciones de austeridad el próximo año, una tendencia que probablemente continuará al menos hasta 2025.

El choque fiscal post-pandémico parece ser mucho más intenso que el que siguió a la crisis financiera y económica mundial de hace una década. La contracción media del gasto en 2021 se estima en un 3,3% del PIB, lo que supone casi el doble de la magnitud de la crisis anterior.

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Análisis del OBELA         /          ( english version )

La Unión Bancaria Europea: una integración subordinada

Resumen:

Para defender a Europa del problema del riesgo bancario, el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea han diseñado una Unión Bancaria a fin de resolverlo y financiada con los ingresos de los impuestos a las transacciones financieras. La Unión Bancaria estará conformada por tres mecanismos y abarcará 130 entidades bancarias (80% de los activos de la Zona Euro). Primero, el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) encargado de la supervisión bancaria europea. Segundo, el Mecanismo Único de Resolución (MUR) responsable de resolver los problemas bancarios de gran envergadura. Y tercero finalmente, el Fondo Único de Resolución (FUR) que financiará los rescates de los bancos.

En el mercado interbancario europeo existe una actitud favorable hacia las entidades bancarias alemanas y francesas, mientras que para las entidades de Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España, la posición es desfavorable (BIS, La actividad interbancaria en retroceso, marzo 2014, http://bit.ly/1nLJ3F9). Las entidades de los países de la periferia europea aún no regresan al mercado de capitales, situación que pone de manifiesto la fragilidad de la recuperación de toda Europa y no sólo de la periferia.

Finalmente, las pruebas de estrés del BCE dadas a conocer el 26 de octubre de 2014 muestran un panorama sombrío. Las pruebas consistieron en la evaluación de los activos y la resistencia de las entidades bajo escenarios adversos a fin de implementar la Unión Bancaria. Los resultados revelaron la persistencia de escasez de capital en 25 bancos. Dichas entidades deberán reunir 263,000 millones euros para enfrentar mejor una posible crisis y no poner en riesgo su solvencia. (BCE, Aggregate report on the comprehensive assessment, 2014, http://bit.ly/ZYCdoj). Los países con mayor vulnerabilidad son Italia, Grecia y Chipre, con nueve, cuatro y dos entidades bancarias respectivamente.

Beijing, el crepúsculo asiático post-Bretton Woods

Resumen:

 

Ariel Noyola Rodríguez/Observatorio Económico de América Latina.

 

El viernes 24 de octubre, un grupo de 22 países asiáticos se reunió en Beijing, para firmar el memorándum de entendimiento que aprobó finalmente la creación del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés), luego de más de un año de que el presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, presentara la propuesta por primera vez ante el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en la ciudad de Bali, Indonesia. A decir de diversos funcionarios entrevistados al respecto, el nuevo banco servirá como plataforma para financiar los proyectos más importantes de la región asiática en materia de telecomunicaciones, energía y medios de transporte.

Los principios rectores del AIIB serán “justicia, equidad y apertura”, en clara alusión al dominio aplastante de Washington en la gobernanza de la Arquitectura Financiera Internacional. Después de siete décadas de haberse llevado a cabo la Conferencia de Bretton Woods, el rol de Estados Unidos como gendarme del capitalismo global permanece incólume a pesar de su estancamiento económico y alto nivel de endeudamiento tanto público como privado. “Se podría pensar en esto como un partido de baloncesto en el que Estados Unidos quiere establecer la duración del juego, el tamaño de la cancha, la altura de la canasta y todo lo demás para adaptarse a sí mismo”, sentenció Wei Jianguo, ex ministro de Comercio de China.

Ante la desaceleración del crecimiento de la economía china a tasas inferiores de 8 por ciento y la creciente debilidad de la demanda externa, el financiamiento de proyectos de infraestructura a través del AIIB, dotaría a la integración asiática de un empuje sin precedentes y China gozaría de un acceso privilegiado a recursos naturales estratégicos y mercados de consumidores potenciales. China es hoy el primer socio comercial de la mayor parte de los países de la zona, entre ellos, India, Pakistán y Bangladesh, y el segundo de Sri Lanka y Nepal. En 2012, el comercio entre China y los diez miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) alcanzó un récord de 400 mil millones de dólares. Indudablemente, antes de que Beijing aspire a conquistar la hegemonía económica mundial, será necesario que consolide primero su liderazgo en el plano regional. Y no sólo en materia económica, sino a través de un mayor equilibrio geopolítico entre los países asiáticos a fin de mantener a raya la “doctrina del pivote” impulsada por el Pentágono y el Departamento de Estado.

 

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