Fecha: Miércoles, Octubre 28, 2020 - 13:08
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Con la actual crisis por la COVID-19, los gobiernos deben hacer uso del gasto público para contener la contracción. Sin embargo, se habla de que los países en desarrollo deben usar su poco espacio fiscal para aliviar la deuda pública. La actual propuesta para resolver el problema de la deuda es la recompra de deuda por parte de los privados, Pero dicha recompra será suscrita por un consorcio de donantes multilaterales, puede alentar inadvertidamente una dura negociación por parte de los poderosos acreedores que saben que hay dinero disponible, al tiempo que mantiene la opción de amenazar con un litigio. Ese enfoque también puede alentar el comercio de bonos soberanos arriesgados que prometen mayores rendimientos, sembrando inadvertidamente las semillas de otra crisis de la deuda. Por esto, las instituciones multilaterales de financiación del desarrollo deberían reanudar su función tradicional de movilizar fondos a un costo mínimo para financiar el desarrollo y la recuperación. Fuente: |
Fecha: Viernes, Octubre 23, 2020 - 11:28
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La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a varios de sus principales socios comerciales, iniciada en 2018, ha significado costos por miles de millones de dólares que, por supuesto, alguien tendrá que pagarlos. Las empresas estadounidenses han sido las más afectadas por los aranceles impuestos por la propia administración Trump. La mayor parte de los aranceles es absorbida por las empresas en forma de disminución de ganancias. En cambio, sólo se observa una disminución pequeña de los precios de los bienes importados y un pequeño aumento de los precios al menudeo en el mercado estadounidense. Este pequeño aumento de los precios se debe a la previsión de los importadores estadounidenses al adquirir existencias antes de la implementación de los aranceles a los productos o buscando proveedores alternativos que no fuesen afectados por éstos. Si la guerra comercial y la estrategia de aranceles “ojo por ojo” continua, se prevé un aumento en los precios de los bienes estadounidenses. Fuente: |
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Editorial de Integración Económica: Se integran más las bolsas del MILA y se cierra el Parlandino, Octubre 2013
Resumen: El panorama en América Latina con el tema de la integración se ha vuelto cada vez más tenso, después de que en los últimos meses se han vivido situaciones turbulentas que ponen en jaque los principios de cooperación y unión latinoamericana que tan sólo unos meses atrás se manejan con tanta ilusión y esperanza. La lucha entre vertientes de integración parece haberse intensificado, generando cada vez más desacuerdos y pocos avances. Aquellos que flaqueen en su postura, por mínimo que sea, serán condenados a desaparecer. Por un lado está Mercosur, que a partir de incidentes como la postura sobre el tema de las Malvinas, el incidente de Evo Morales en Europa o los casos de espionaje por parte de Estados Unidos, han reaccionado fuertemente en contra de Washington y mantienen su postura más que firme a su proyecto de integración, incluso planteando el ya próximo regreso de Paraguay |
BRICS: atando cabos frente al dólar
Resumen: Bajo la convocatoria del G-20, que integra a las diecinueve economías más grandes junto con el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial; el BRICS (acrónimo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se reunió a inicios de septiembre en San Petersburgo y coincidió en la urgencia de concretar la implementación de un “Acuerdo de Contingencia de Reservas” (CRA, por sus siglas en inglés) toda vez que sus monedas se han depreciado drásticamente frente al dólar.[3]. De enero a agosto el real de Brasil se depreció 17.4%; el rublo de Rusia 8.4%; la rupia de India 17.2%; y el rand de Sudáfrica 20 por ciento. La excepción es el yuan (reminbi) de China, con una ligera apreciación de 2.40% durante el mismo periodo.[4] La depreciación de las monedas se produce por efecto del alza de las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos a causa del ultimátum indefinido de la Reserva Federal (Fed) de abandonar su programa de estímulos monetarios por 85,000 millones de dólares (mdd) al mes.[5] |