El mBridge y la nueva arquitectura financiera
(Parte 1 de 2)
Jennifer Montoya Madrigal[1], OBELA[2].
La arquitectura financiera se encuentra en un proceso de transformación. En el 2008 con el debilitamiento y la pérdida de confianza en el dólar, el Presidente del Banco Popular de China dijo el 23 de marzo del 2009 que el mundo necesitaba una nueva moneda de reserva, ante la inestabilidad de esa moneda en el mercado cambiario, fruto de la crisis de setiembre del 2008. Nuevamente en el 2013, los impasses fiscales en el Congreso de EEUU llevaron a que el gobierno de China llamara a buscar una nueva moneda de reserva internacional.
El resultado fue un proyecto en el Banco de Pagos Internacionales (BIS) para estudiar un mecanismo multimoneda de reservas internacionales que permitan el comercio, principalmente en bloques no occidentales como los BRICS y la ASEAN. En este contexto, en 2021 surgió el Proyecto mBridge. Participaron el Centro de Innovación del Banco de Pagos Internacionales (BIS), bancos centrales de China (PBOC), Hong Kong (HKMA), Tailandia (BOT) y Emiratos Árabes Unidos (CBUAE). El proyecto pretende realizar transacciones trasfronterizas en tiempo real a través Monedas Digitales Emitidas por los Bancos Centrales (Central Bank Digital Currency CBDC). En el presente artículo se presentará el proyecto mBridge[3], su funcionamiento y evolución hasta el momento y la posibilidad de su uso en América Latina.
El mBridge es una plataforma para realizar pagos transfronterizos en tiempo real a través de CBDC, entre bancos centrales y algunos bancos comerciales. Ofrece infraestructura para que los bancos centrales puedan crear su propia CBDC. La plataforma elimina la necesidad de sistemas tradicionales, como el SWIFT, por lo que disminuirían los costos de transacción, el crédito, el riesgo cambiario y aceleraría las operaciones de días a segundos. Dado que se rige bajo el principio de soberanía monetaria, les permitiría a los países evadir sanciones de operaciones en dólares
El proyecto ha pasado por distintas fases. La primera fue el Proyecto Inthanon y se llevó a cabo del 2017 al 2019 por el BOT. El objetivo era modernizar el sistema interbancario Tailandés, a través la tecnología Corda, (basada en el blockchain) que permitió realizar liquidaciones de gran valor con CBDC (al por mayor), únicamente entre bancos y entidades reguladas dentro de Tailandia. El proyecto concluyó pruebas en el 2019 y se declaró exitoso, pero no pasó a producción porque se decidió llevarlo a escala internacional.
En la segunda fase, se utilizaron aprendizajes previos y el BOT se asoció con el HKMA para realizar transacciones bilaterales. En 2019 surge el Proyecto Inthanon-LionRock. El objetivo fue crear el primer sistema de pagos transfronterizos basado en CBDCs, sin intermediarios entre el baht tailandés y el dólar hongkonés digitales (e-THB y e-HKD) con tecnología de blockchain hibrida. Las pruebas concluyeron en el 2021 con una disminución de costos de entre el 50% y el 70%, con transacciones inmediatas, gracias a la conversión directa entre divisas.
El éxito de la Fase 2, mostró la posibilidad de realizar transacciones multilaterales a nivel global. Esto dio paso a la fase 3, el Proyecto mBridge. Ahora pasaría de ser una herramienta para pagos bilaterales, a una infraestructura financiera global, no vinculada directamente con Occidente. En el 2021, se unieron el Banco Popular de China PBOC, el Banco Central de la Emiratos Arabes Unidos CBUAE y el BIS. Este último, tuvo un papel importante, ya que puso a disposición del proyecto su infraestructura y las investigaciones del centro HUB Innovation. Además, ayudó a diseñar las reglas de operación de la red, lo que impidió que un país dominara el proyecto.
En el 2021 los bancos centrales del mBridgde, el BIS y 20 bancos comerciales comenzaron con pruebas técnicas. Se evaluó la infraestructura mediante la cual se intercambiarían las monedas digitales en una nueva plataforma multimoneda. Se realizaron transacciones entre bancos comerciales, a través de las cuatro CBDCs. Los Bancos Centrales acordaron con anterioridad tasas de conversión, disponibilidad en monedas digítales y el cumplimiento de cláusulas (Smart Contracts). El mecanismo de seguridad acordado fue el uso de huella digitales criptográficas únicas (hash) para cada transacción, estas no se pueden modificar una vez realizadas las transacciones y permite a los participantes rastrear cualquiera operación, sin revelar detalles sensibles. En el caso de los bancos comerciales, debían de ser autorizados por el banco central miembro, tener una billetera digital (nodo), en la red mBridge y disponibilidad de CBDC en su Banco Central. Además, para incrementar la transparencia y mostrar el proyecto, se invitó a otros bancos centrales e instituciones financieras como observadores.
En 2022 comenzó la etapa piloto. En esta se probaron casos reales de pagos trasfronterizos entre empresas y liquidaciones bancarias. Incluyeron transacciones interbancarias (de banco a banco sin necesidad de cuentas corresponsales ni cámaras de compensación), pagos comerciales (entre empresa y proveedores) y conversiones automáticas de divisas (Fx spot sin el dólar como moneda intermedia).
En el 2023 se consolidó como Piloto Multilateral Avanzado. En junio fue declarado en etapa de Mínimo Producto Viable (MVP), cuando realizó transacciones comerciales con éxito, y demostró ser un sistema factible. A finales del 2023, se crearon más de 12 MUSD en la plataforma, lo que facilitó más de 160 transacciones, por un valor de más de 22 millones de dólares. En el 2024 se unió el Banco Central de Arabia Saudita (SAMA) y se anticipa la adhesión de Rusia en el futuro. En nombre de sus clientes corporativos utilizando los CBDC emitidos en la plataforma mBridge por sus respectivos bancos centrales. El piloto promueve la experimentación multi-CBDC al establecer el valor real directamente en la plataforma y en nombre de los clientes corporativos.
En conclusión, el mBridge es el primer proyecto operativo para pagos internacionales, basado en CBDCs. Sin embargo, aún el volumen de transacciones es limitado y no permite realizarlas masivamente. Dado que las regulaciones de cada país son distintas, la plataforma debe adaptarse para tener un mayor alcance. Además, los países podrían resistirse a usarlo por miedo a represalias en su contra, como ya lo ha planteado hacia los países de BRICS, si aumentan su comercio bilateral en moneda local y en yuanes. Dado el nivel de avance del proyecto, es probable que se consolide, a pesar de las amenazas de Trump, lo que crea una arquitectura alterna, que podría conectar a América Latina con Asia, especialmente a través del papel creciente de Brasil y su vínculo estratégico con China.
En la segunda parte se analizará el papel del mBridge para la arquitectura financiera internacional. Se estudiará cómo este sistema podría disminuir el uso del dólar en el comercio internacional, como medio de intercambio y de pago. Además, se discutirán las dificultades a las que se enfrentaría una nueva arquitectura internacional no dominada por Occidente.
[1] Facultad de Economía, UNAM.
[2] Dr. Oscar Ugarteche, Dr. José Carlos Díaz, Lic. Gabriela Ramírez, Jennifer Montoya, Dr. Tomasz Rudowski.
[3] Para más detalles técnicos sobre el proyecto véase BIS (2021) y BIS (2022)