El paro de las actividades económicas afectó gravemente a las economías latinoamericanas durante el primer semestre de 2020, se perdieron 8 años de producción. Lo que se va a discutir en este texto es que las economías más afectadas fueron las que arrastraban menor dinamismo económico y las menos, las contrarias.
Desde 2013 República Dominicana, tuvo la tasa de mayor crecimiento económico, con 6.2% al año. Su producción se contrajo un sexto durante el primer semestre del 2020, pero su gran dinámica frenó su caída. Los siguientes países más fuertes entre 2013 y 2019 fueron Paraguay, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Perú y Bolivia con tasas mayores a 3%. Estas economías observaron la menor contracción durante el mismo periodo excepto por Perú y Honduras. El paro de la actividad económica dañaron a Paraguay, Guatemala y Costa Rica, con un retroceso de entre tres y cuatro años, mientras que en Bolivia fue de 5. Para todos representó menos de una décima parte de su PIB.
En Paraguay, la actividad más importante es servicios con poco menos de la mitad del total de la economía que fueron severamente afectados con el cese de actividades. Sin embargo, la manufactura, su segundo sector más importante, cayó levemente, lo que le previno una gran pérdida del producto.
El Perú perdió cerca de 9 años de producción, a pesar de ser uno de los países más dinámicos. Esto representó un tercio de su producción total en el primer semestre del 2020, convirtiéndolo en el país con mayor caída anual del PIB en la región. Al igual que Paraguay, los servicios son determinantes. Estos disminuyeron una cuarta parte, sobre todo en restauración y turismo. Su sector industrial cayó 40%. Honduras también se contrajo 9 años.
Los países con crecimiento menor al 3% desde 2013 son: El Salvador, México, Chile, Uruguay, Belice, Jamaica y Ecuador. Los últimos cuatro crecieron apenas a tasas superiores al 1% en ese periodo. Finalmente, los países con el peor desempeño son Brasil y Argentina, que decrecieron en promedio 0.5% al trimestre entre 2013 y 2019.
Las economías de Argentina y México fueron fuertemente afectadas por el COVID, con una quinta parte de su producción perdida en el primer semestre del 2020. En México todos los sectores de la economía se contrajeron posiblemente debido al cierre del mercado interno a la par del internacional. La actividad agrícola cayó 1%, la de servicios 16%, restauración y turismo perdieron 70%, e industria 26%. En Argentina, los servicios se mantuvieron durante el primer semestre, por un empuje de 4% al PIB a través del aumento del gasto en seguridad social, educación y salud pública. Estos suman el 64% del PIB. Las ramas como el comercio mayorista y minorista, hoteles y restaurantes y la intermediación financiera crecieron 30%. No obstante, los problemas argentinos previos se agravaron con el cierre de las actividades económicas y del comercio internacional.
Brasil, de otro lado, apenas descendió una décima parte. Al igual que México y Argentina, los servicios representan 64% de la economía, que cuidaron a través de transferencias monetarias. Al igual que la Argentina, su bajo crecimiento previo hizo que perdiera una gran cantidad de años de producción. Las tres economías más grandes de América Latina perdieron en promedio 10 años de producción.
Para Belice y Jamaica, el comercio es la actividad más grande de la economía. Jamaica es el peor caso, con un desplome equivalente a 24 años de producción sin intervención pública. En Belice, el gobierno aumentó el gasto menos del 2%, y de todos modos es el segundo país con mayor caída anual después del Perú.
En promedio, América Latina perdió ocho años de producción, mientras que China apenas uno, Estados Unidos seis y la Unión Europea 11. China, Europa, Argentina, Colombia, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Paraguay, Perú y República Dominicana impusieron cuarentena obligatoria. Panamá realizó restricciones de salida por género. Chile, Cuba y Guatemala, realizaron cuarentena por zonas, mientras que en Brasil y Estados Unidos los estados definieron diversas cuarentenas. Costa Rica, México, Nicaragua y Uruguay aplicaron recomendaciones del gobierno de distanciamiento social y de preferencia no salir a la calle.
El resultado para la economía de las políticas de prevención de contagios está fuertemente determinado por el crecimiento económico de la última década. Cuando la dinámica económica es baja, una pequeña caída, impulsada por el cierre de las actividades económicas internas y externas, provoca una gran contracción medida en términos de años del producto. Si la dinámica es alta, una gran caída conlleva solo una baja reducción de la producción. Hay dos casos especiales, Perú y Honduras, que salen de este comportamiento. En ambos pesa la informalidad, donde que se vio fuertemente afectado por el cierre, y el tamaño del sector restauración y turismo, donde el cierre del mercado externo fue determinante.
