Safaricom y los bancos kenianos afirman que el nuevo sistema de pagos del Banco Central podría costar 200 millones de dólares.
Safaricom y los bancos kenianos cuestionan el plan del Banco Central de Kenia (CBK) de crear un sistema de pago rápido (FPS), estimando un costo de 200 millones de dólares y hasta cuatro años para su implementación. Señalan que duplicaría infraestructura existente y podría frenar la innovación.
Proponen mejorar sistemas ya operativos como Pesalink o M-Pesa, más económicos y adecuados a un mercado dominado por dinero móvil, evitando crear una nueva entidad estatal que podría generar burocracia y retrasos.









