Fecha: Miércoles, Mayo 3, 2017 - 10:45

Con el llamado a una política de "Buy American, Hire American", el presidente Donald Trump resucita un lema que ha existido por lo menos desde la Gran Depresión.

En 1933, el presidente Herbert Hoover inauguró "Buy American" en medio de la Gran Depresión. La ley otorgó una preferencia a los productos nacionales en todas las compras del gobierno federal Desde entonces, ha tenido sus altibajos, tanto como una declaración patriótica como como una guía de la política gubernamental; incluso Barack Obama abrazó el slogan en la legislación de estímulo de 2009.

A la pregunta: ¿Qué hay de malo en "Buy American, Hire American!"?, el autor del artículo responde que, como un eslogan político, nada, si se es un nacionalista; sin embargo, como política aplicada por las normas federales y estatales de adquisiciones, destaca algunas desventajas.

Fuente:
Fecha: Martes, Mayo 2, 2017 - 16:49

Trump llegó al poder sin propuesta de ley en materia fiscal ni un plan detallado de su impacto sobre la economía y los ingresos. Sin embargo, para destacar que él cumple sus promesas, su administración presentó lo que denominó “la mayor reforma fiscal de la historia”.

Esta reforma tiene como medida clave la reducción del 35% al 15% del impuesto a las empresas, rebaja la carga de los más ricos del 39% al 35%, reducción los tramos fiscales del IRPF a 3, desaparición del impuesto de sucesiones, fomento de la repatriación de capital y desaparición de las deducciones del impuesto a la renta.

El recorte implica, según la Tax Foundation, que el Estado deje de recaudar dos billones de dólares en 10 años. No obstante, para compensar esta medida, se requiere un crecimiento sostenido del PIB del 5%. El autor concluye que esta reforma evidencia la benevolencia de Trump con la empresa privada y la distancia con los problemas sociales.

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