El gas natural licuado ha sido el principal responsable en llenar el vacío en la demanda energética europea, desde que se impuso el objetivo apremiante de alejarse de la energía rusa. No obstante, la demanda occidental energética ha aumentado fuertemente, la capacidad global de exportación de gas licuado no ha aumentado en la misma forma.
En el contexto del conflicto de Rusia contra Occidente por Ucrania, los países del viejo continente ya han comprado más gas natural licuado (GNL) para 2022 que en cualquier otro año anterior. Para ejemplificar lo anterior, tenemos el caso de Francia, cuya demanda de GNL aumentó un 88% en comparación con el mismo periodo de 2021.
Las consecuencias para algunos países son duras. La semana pasada, Bangladesh sufrió los peores apagones en casi una década. En palabras de un analista del grupo de investigación energética Rapidan: “La forma en que Europa ha podido abastecerse de estos volúmenes es pagando más de lo que otros mercados están dispuestos a pagar”.