El documental "Sierra Norte por la vida" filmado en 2014, recoje el testimonio de los habitantes de varias localidades que se encuentran precisamente en esta región, la cual ha sido blanco de "proyectos de muerte" como se conoce a los proyectos mineros, hidroeléctricos o gasoductos que pretenden desarrollarse en la zona, al parecer sin éxito, puesto que la organización comunitaria ha logrado expulsar tanto a empresas nacionales como Frisco o Grupo México, como internacionales, principalmente mineras canadienses o desarrolladores de centrales hidroeléctricas chinas a pesar de que éstas ya contaran con el permiso otorgado por el gobierno federal.
Con esta situación como ejemplo, podemos plantear una constante que poedmos reflexionar por mucho timepo, y quizá no llegar a una conclusión. Por una parte, es evidente que el establecimiento de este tipo de proyectos afecta a la naturaleza directamente y a las comunidades aledañas, en este caso, y en muchos otros, principalmente indígenas que ven afectado no sólo su medio de trabajo, sino también su calidad de vida por los efectos nocivos que resultan de la fractura hidráulica, o de la mineria a cielo abierto; e inclusive también de una pérdida de identidad comunitaria.
Mientras que por otra parte, nos enfrentamos al hecho de que el "progreso" y el "desarrollo" se obtienen sólo mediante la explotación de los recursos naturales, la cual se realiza de manera no sostenible (contrario a lo que los mismos habitantes realizan). Entonces, al hacer el balance ¿qué valoramos más? ¿La ganancia o la vida? ¿La tradición o la modernidad? Quizás a muchos de nosotros aún nos cueste responder a este tipo de cuestiones, sin embargo, al menos los habitantes de la Sierra Norte de Puebla tienen clara su postura.