Noticias 2013

Junio

Turn Down the Heat. Climate Extremes, Regional Impacts and the Case for Resilience

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El nuevo informe científico encargado por el Banco Mundial y dado a conocer hoy (19 de junio), analiza los riesgos para la vida y los medios de subsistencia de estas tres regiones altamente vulnerables; África al sur del Sahara, Asia meridional y Asia sudoriental. Turn Down the Heat: Climate Extremes, Regional Impacts, and the Case for Resilience (Bajemos la temperatura: Fenómenos climáticos extremos, impactos regionales y posibilidades de  adaptación) amplía el debate sobre el clima, basándose en un informe del Banco Mundial de 2012, que concluyó a partir de una perspectiva mundial que, sin una clara estrategia e iniciativas de mitigación, se ha incrementado la posibilidad de que en el presente siglo el planeta sea 4°C más cálido en comparación con la era preindustrial.

De acuerdo a estimaciones del Banco Mundial, se cree que la temperatura del planeta aumente hasta 2°C antes de 2040, lo que provocaría penurias alimentarias, inundaciones, temperaturas extremas que podrían afectar cultivos importantes, amenazar la seguridad alimentaria y los recursos hídricos.

Las comunidades más afectadas resultan ser las que se asientan a las orillas de los ríos debido a la expansión de las ciudades costeras, por ello sus habitantes más pobres se ven empujados hacia el borde de las tierras habitables que vienen siendo zonas de mayor peligro de ser afectadas por el Cambio Climático. Estos asentamientos son informales al contar con deficiente drenaje, servicios públicos y sin protección ante catástrofes naturales. Estas ciudades vulnerables corresponden principalmente a los continentes de África al sur del Sahara y Asia meridional y sudoriental.

El índice de personas que sufren malnutrición podría alcanzar a largo plazo el 90% en algunos países africanos,  y en el resto de la población mundial podría aumentar de 25% a 90%.

Actualmente el mundo tiene 0,8°C más que en la era preindustrial, el calentamiento del clima podría amenaza en forma fundamental el desarrollo económico y la lucha contra la pobreza ya que conllevaría una cascada de cataclismos, entre ellos olas de calor extremas, una caída de los stocks de alimentos y aumento del nivel del mar que afectarían a millones de personas.

En respuesta, el Banco Mundial está desarrollando un plan de acción sobre la gestión del clima, respaldado por los informes "Bajemos la temperatura", con el fin de orientar sus futuras acciones y financiamiento con una perspectiva que considere el clima. Entre otras iniciativas, el Banco:

  • Ayudará a los países a desarrollar planes estratégicos y de inversión que integren los riesgos y oportunidades del cambio climático.

  • Proporcionará las herramientas que necesitan los países y las ciudades para evaluar y adaptarse mejor al cambio climático, incluyendo el seguimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero, las evaluaciones del uso de la energía y la eficiencia y las evaluaciones de la capacidad de adaptación.

  • Creará mejores prácticas y normas a través de sus proyectos para la adaptación de la infraestructura, no solo hoy, sino en las décadas futuras.

  • Usará su poder de convocatoria, movilización de recursos financieros y fondos orientados al clima para aumentar el respaldo a la energía limpia, el desarrollo con bajo nivel de emisiones de carbono y la resiliencia al cambio climático.

Con el fin de ayudar a los países a adaptarse, el Banco dará prioridad a las zonas más vulnerables, gestionará la disponibilidad hídrica y la escasez y exceso de agua, e incrementará sus esfuerzos para cumplir con la creciente demanda de alimentos. También, trabajará con los mayores emisores del mundo para reducir el impacto de las emisiones de carbono y los contaminantes atmosféricos de corta duración. Los especialistas del Banco están estudiando maneras de ayudar a los Gobiernos para terminar con los subsidios a los combustibles fósiles al tiempo que se protege a los pobres, conectar a los mercados mundiales de carbono y avanzar en la agricultura y las ciudades climáticamente inteligentes y resilientes.

El Impacto en la Pobreza en México del Cambio Climático (Inglés)

Pocos estudios han analizado el posible impacto del cambio climático sobre la pobreza en México, algunos modelos son de los canales y la heterogeneidad de los impactos en los grupos de ingresos, mientras que otros concentrarse en la pobreza a nivel municipal.

Un hogar se considera alimenticiamente pobre si el ingreso de sus miembros cae por debajo de los ingresos más bajos necesarios para pagar una canasta mínima de alimentos. Un hogar se considera que es pobre si la capacidad sus miembros no pueden darse el lujo de cubrir sus gastos básicos de alimentación, salud y educación, según a una canasta definida oficialmente. Por último, un hogar se considera en situación de pobreza patrimonial, si sus miembros no pueden cubrir sus gastos de alimentación, salud, educación, vestido, casa y público transporte.

Dentro del estudio el índice de pobreza media es de 49.4%, mientras que el promedio nacional es de 47%. Algunos de los estados más pobres del país son Guerrero, Michoacán, Chiapas, Oaxaca, Puebla y Veracruz. Los estados del norte y centro son normalmente más ricos, aunque sin excluir la existencia de la pobreza.

Se propone una de dos etapas de regresión de mínimos cuadrados (MC2E) para evaluar los efectos del cambio climático sobre la pobreza. En una primera etapa, una regresión de la temperatura y las precipitaciones (junto con los controles geográficos para la elevación municipal, latitud, longitud y la proximidad a las carreteras, y el estado y el año fijado efectos) sobre el PIB municipal per cápita, y luego como predijo el PIB per cápita se convierte en nuestra principal variable de interés en una segunda ecuación eran hacemos una regresión del PIB contra la pobreza.

Los cambios en el PIB per cápita afectan la pobreza del hogar y viceversa, por eso, de hecho, se usa la precipitación y temperatura en una primera etapa al PIB instrumento y por lo tanto elude el problema de endogeneidad entre el PIB y la pobreza en una segunda etapa. Básicamente se explica la variación en el PIB per cápita a través de las diferencias en las condiciones climáticas del municipio, y esto a su vez sirve para predecir los efectos del cambio climático sobre la pobreza.

El empleo del Modelo de Equilibrio General (Proyecto de Análisis del Comercio Global o GTAP) para imitar el efecto de los shocks de productividad en la agricultura (el modelo de consumo y producción de todos los productos de la economía nacional), y luego enlazar las estimaciones de datos de los hogares. Se utilizan tres escenarios de cambio climático en la productividad agrícola (baja productividad, medio o alto)  para evaluar los cambios en 2030 en los precios mundiales de productos básicos y la incidencia de la pobreza tasa de recuento (que se define como la porción de la población del país vive con menos de 1 dólar al día).

Este estudio se llevó a cabo en 2.069 municipios de todos los estados de México, lo que representa 84%del total de municipios del país. Municipios que faltan son en gran parte de Oaxaca y Puebla, donde las proyecciones de modelos climáticos no podrían caber en municipios más pequeños.

El análisis utiliza cinco tipos de información: (i) los ingresos y los datos geográficos, (ii) el clima y datos meteorológicos, (iii) las tasas de pobreza, (iv) los escenarios de cambio climático, y (v) de la población y de salida (PIB) proyecciones.Los datos históricos sobre el PIB per cápita provienen de INEGI para 2000, 2005 y 2010.

Los datos meteorológicos históricos fueron imputados a los municipios con una capacidad de infiltración variable (VIC) Modelo para México. El modelo CIV interpola datos utilizando las redes a través de: i) la creación de matrices de correlación entre las estaciones y el radar de precipitación de estaciones existentes que indican la presencia de lluvia, pero no puede capturar su cantidad, ii) el cálculo de los medios correspondientes para los dos tipos de estaciones de las redes dentro del municipio, y iii) utilizando dichos valores se multiplican los valores de las estaciones de base por la relación medios para escalar ellos, a través de la reconstrucción de un modelo climático.

Se espera que las temperaturas anuales aumenten entre 0,49 y 2,46 grados centígrados de 2030-2039, en comparación con la media histórica desde 1950 hasta 2000. Los mayores aumentos de temperatura se esperan en las zonas costeras, incluyendo la Península de Yucatán y la región sur del Golfo de México, que comprende los estados de Quintana Roo, Yucatán, Tabasco, Campeche y Veracruz. En el Pacífico, los estados de Sonora, Sinaloa, Nayarit, Guerrero y el centro de Jalisco presentan los mayores aumentos de temperatura.

Las precipitaciones anuales van a cambiar entre -169 mm y 57 mm. Sin embargo, casi todo el país se enfrenta a un mundo más seco de 2030-39.

En cuanto a zonas desérticas como los estados Chihuahua, Nuevo León, Zacatecas y San Luis se convertirán en secos, al igual que los estados de Chiapas, Tabasco, Veracruz y Puebla.

Green Economy and Trade: Trends, Challenges and Opportunities

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De acuerdo a Achim Steiner, subsecretario general de la ONU y director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, es necesario que el comercio internacional sea sostenible y que ocntribuya principalmente a proteger el "capital natural" de las economías del mundo.

De acuerdo al reporte, durante las últimas dos décadas, el comercio continuó desarrollándose y generando progreso y crecimiento económico para erradicar la pobreza en los países en desarrollo. Al mismo tiempo, sin embargo, el creciente volumen del comercio intensificó el desgaste de los recursos naturales, originó un aumento en las emisiones de GEI y contribuyó a las desigualdades sociales.

Las tendencias del comercio mundial muestran que los países en desarrollo, particularmente los menos desarrollados, aún dependen en gran medida de productos basados en recursos naturales y materias primas para sus exportaciones. Para lograr un desarrollo económico sostenible a largo plazo, sin embargo, existen oportunidades verdaderas y significativas para que los países en desarrollo diversifiquen sus economías y se posicionen estratégicamente para beneficiarse de la creciente demanda internacional de bienes y servicios "ecológicos".

El informe analiza seis sectores de la economía: la agricultura, la pesca, los bosques, la industria, la energía renovable y el turismo, en los que existen oportunidades de comercio, e identifica medidas, tales como certificaciones y reformas en políticas, que pueden ayudar a que los países en desarrollo se beneficien de dichos mercados.

A. Agricultura. Se prevé que el mercado internacional de las bebidas y los alimentos orgánicos crecerá de 62,9 miles de millones, valor total en 2011, a US$ 105 miles de millones para el año 2015.

B. Pesca y acuicultura. La pesca de captura ya certificada o en evaluación completa registra capturas anuales de aproximadamente 18 millones de toneladas métricas de productos del mar. Esto representa cerca del 17% de la pesca de captura anual a nivel internacional, y la demanda supera ampliamente la oferta. Además, se proyecta que el valor total de los productos del mar criados de acuerdo con los estándares certificados de sostenibilidad aumentará de US$ 300 millones en 2008 a US$ 1,25 miles de millones en 2015.Silvicultura. A principios de 2013 la superficie total de bosques certificados asciende a aproximadamente 400 millones de hectáreas, correspondientes al 10% de los recursos forestales a nivel global. Las ventas de productos de madera certificados superan los US$ 20 miles de millones anuales.

C. Industria. Muchos proveedores están potenciando el nivel ecológico de sus prácticas para asegurarse sus puestos dentro de las cadenas de suministro internacionales. Esto queda ilustrado, por ejemplo, por el aumento del 1.500% en las certificaciones ISO 14001 sobre sistemas de gestión ambiental entre 1999 y 2009.

D. Energía renovable. Desde 1990, el crecimiento anual en la capacidad de suministro de biocombustible y energía eólica y solar fotovoltaica ha sido de un promedio del 42, 25 y 15%, respectivamente. En 2010, las inversiones en el suministro de energía renovable alcanzaron los US$ 211 miles de millones, lo que representó un aumento de cinco veces desde 2004, y más de la mitad de estas inversiones fueron realizadas en países en desarrollo. Los países en desarrollo han aumentado significativamente las exportaciones de equipos de energía renovable, tales como paneles solares, turbinas eólicas y calentadores solares de agua, y han expandido su potencial de exportación de electricidad de fuentes renovables.

E. Turismo. En 2012, por primera vez, el turismo internacional alcanzó los mil millones por año. En los países en desarrollo, la cuota de mercado de la industria aumentó de un 30% en 1980 a un 47% en 2011, y se prevé que alcanzará un aumento del 57% en el año 2030. El subsector de más rápido crecimiento en el turismo sostenible es el ecoturismo, que se centra en actividades en la naturaleza. Muchos países en vías de desarrollo gozan de una ventaja comparativa en el ecoturismo debido a sus entornos naturales, el patrimonio cultural y las posibilidades que ofrecen para el turismo de aventura.

A su vez, se identifican varios sectores en los que las medidas de carácter público y privado pueden colaborar con las iniciativas de los países en desarrollo para acceder a mercados internacionales más ecológicos. Estos incluyen:

  • Inversiones públicas en infraestructura económica clave, asistencia técnica, programas educativos y de capacitación específicos, y acceso a recursos sostenibles, tales como la electricidad procedente de fuentes de energía renovable.

  • Instrumentos basados en el mercado, como la eliminación de subsidios que fomentan la producción, el consumo y comercio insostenibles, y políticas de precios que tienen en cuenta los verdaderos costos sociales y medioambientales de la producción y el consumo.

  • Marcos regulatorios que apoyan a las industrias ecológicas e incorporan consideraciones de desarrollo sostenible en los planes de desarrollo nacional, y estrategias de fomento de la exportación.

  • Métodos de producción basados en un uso eficiente de la energía y los recursos, con el objetivo de asegurar la competitividad a largo plazo en los mercados internacionales.

  • Foros regionales y multilaterales que pueden ayudar a liberalizar el comercio de bienes y servicios ecológicos, eliminar subvenciones perjudiciales para el medio ambiente y ofrecer oportunidades para la acción colectiva, con el objetivo de abordar desafíos sociales y medioambientales a nivel global.