El problema de Argentina con los fondos buitre ha sido uno de los temas de mayor importancia en América Latina con respecto a la deuda externa de los países latinoamericanos. El problema radica en que dichos fondos quieren obtener una rentabilidad de 1 600% de los títulos que compraron después de la reestructuración de la deuda argentina en 2001.
En 2014, el problema estalló con el fallo del juez Griesa que le dio la razón a los fondos buitre y presionó a Argentina a que pagará su deuda. Sin embargo, el gobierno argentino ha decidido no pagar el monto que le demandan dichos fondos y ha incurrido en un impago parcial de su deuda.
Finalmente, este año se aprobó una iniciativa en la ONU para crear mecanismos alternativos de reestructuración de deuda y resolver este tipo de problemáticas, lo cual supone un avance en la defensa de los derechos de los gobiernos con los fondos buitre. De esta manera, se está creando una nueva arquitectura financiera internacional que muestra el descenso de Estados Unidos en América Latina.