El 10% de la población concentra actualmente el 52% de la riqueza global
La pandemia de COVID-19 arrastró a millones de personas a la pobreza extrema y destruyó empresas y trabajos acrecentando las desigualdades en materia de ingresos, empleo y derechos, e intensificando la discriminación y hostilidad hacia las mujeres, los migrantes y los refugiados.
214 millones de trabajadores viven en la pobreza extrema -con menos de 1,90 dólares al día- y que el número de trabajadores pobres está aumentando en los países en desarrollo.
A causa de la pandemia de COVID-19, la inestabilidad de los empleos y los ingresos, las condiciones de trabajo insalubres e inseguras y la falta de protección social provocaron un impacto desproporcionado en estos trabajadores, que vieron cómo sus ingresos se reducían en un 60% en 2020.