De la sequía en china y otros demonios

China es la segunda economía más grande del mundo, con planes para tener el primer lugar para la siguiente década y así ponerle fin a la hegemonía estadounidense. Sin embargo, las consecuencias del cambio climático parecen amenazar el rápido crecimiento chino, que ya venía en desaceleración desde el 2019, con la sequía más larga en 60 años. Un tercio del territorio del gigante asiático padece altas temperaturas y falta de lluvias, lo que afecta el dinamismo económico de China.

            El Servicio Meteorológico Nacional de China informó que las temperaturas de entre junio y agosto de 2022 han sido las más altas de las que se tiene registro. En promedio, la temperatura nacional fue 1.5° C más alta de lo normal para la época del año. Además de ello, las precipitaciones disminuyeron en un 23%, lo que afectó las cosechas tanto en el norte como en el suroeste chino.

            Algunas zonas del centro y norte de China han dado por perdida una buena parte de la cosecha de verano debido a la ola de calor, pero las autoridades buscan provocar lluvias en el centro y suroeste para salvar la cosecha de otoño. La producción de cereales (especialmente de soya, arroz y trigo) del otoño es crucial ya que ésta representa alrededor del 75% de la producción anual.  

La cuenca del río Yangtsé -el más largo de China y el tercero más largo del mundo- ha sido particularmente afectada. Las altas temperaturas y la falta de lluvias provocaron que los niveles del río bajaran a niveles alarmantes, al grado de obligar a las empresas a buscar camiones y trenes para llevar sus productos entre los puertos y el interior del país, ya que los barcos transoceánicos no podían navegar por el Yangstsé.

El calor extremo ha provocado un aumento en la demanda de aire acondicionado en oficinas y hogares, lo que presionó la red eléctrica. La sequía también ha agotado los niveles de agua de los ríos, reduciendo la cantidad de electricidad producida en las diversas centrales hidroeléctricas alimentadas por las vías fluviales del suroeste chino.

 

Rangking mundial

Hidroeléctrica

Ubicación

Capacidad instalada

Central hidroeléctrica de las Tres Gargantas

Hubei, China.

Río Yangtsé.

22.5 GW

Central hidroeléctrica Xiluodo

Sichuan, China. Río Jinsha.

13.86 GW

Central hidroeléctrica Xiangjiaba

Sichuan, China. Río Jinsha.

6.4 GW

10°

Central hidroeléctrica Longtan

Guangxi, China. Río Hongshui.

6.3 GW

Fuente: Statista.

 

Cuatro de las diez hidroeléctricas más potentes del mundo se encuentran en China, y tres de ellas se alimentan del Yangtsé y sus afluentes. La sequía de este importante río afecta especialmente a la provincia de Sichuan que depende de las hidroeléctricas en un 80% para su producción energética total. Debido a la sequía, esta provincia ha tenido que recurrir a recortes del suministro eléctrico. Entre el 25 y 30 de agosto hubo apagones en diversas zonas residenciales de la región y se limitó el uso de aire acondicionado, escaleras eléctricas e iluminación de centros comerciales y oficinas para ahorrar energía. Incluso en Shanghai, a 2,000 km, se restringió la iluminación nocturna de diversos monumentos y edificios con el mismo objetivo.

Bajo la orden de “dejar la energía para el pueblo”, el gobierno local comenzó a racionar la energía para la industria de Sichuan.  Los sectores industriales de la provincia producen maquinaria, electrónica, productos metalúrgicos, productos químicos, materiales de construcción, productos alimenticios y seda de alta calidad; lo que hace de la región una de las más dinámicas económicamente.

Debido a los recortes, diversas empresas bajaron su producción o incluso cerraron sus plantas mientras el racionamiento obligatorio pasara. Volkwagen decidió cerrar su factoría en Chengdu, la capital de Sichuan, durante el recorte energético. Foxconn, proveedor de Apple, también cerró su planta en la región. Jinko Solar, uno de los fabricantes de paneles solares más importantes del mundo, bajó su producción al mínimo y Toyota comenzó a funcionar gradualmente en Sichuan con generación de energía interna.

El Ministerio de Recursos Hídricos de China informó que 830 mil personas en seis provincias distintas vieron afectadas su suministro de agua debido a la sequía. Más de 300 mil tuvieron problemas para tener acceso a agua potable.

La sequía en China trajo consigo más que la propia falta de agua. La baja producción agrícola obligaría al gigante asiático a importar más granos, lo que llevaría a un alza internacional en los precios, esto impacta a contraciclo a la economía de Brasil cuyas cosechas comienzan justamente a finales de agosto y desde mayo firmaron un acuerdo con China para la comercialización de granos. Además, la dificultad de transporte entre los puertos y el interior del territorio crea la necesidad de nuevas rutas.

La poca generación de energía eléctrica provocó la disminución y pausa de la producción en una de las regiones industriales más importantes del país, lo que alentará el crecimiento económico chino. Lo anterior, aunado a los confinamientos por la insistencia de la política cero-covid de China, presiona aún más y pone en riesgo el dinamismo de la cadena de suministro no solo en dicho país sino en todo el mundo. La solución a la baja producción de las hidroeléctricas es el aumento en el consumo de carbón, lo que en el largo plazo agrava el problema ambiental. Puede que el cambio climático lleve a China al tan temido enfriamiento económico. Esto augura un estancamiento para el mundo en el 2023 e inflación sostenida por el precio de la energía y los alimentos.

 

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Tema de investigación: 
Desarrollo y medio ambiente