¿Cómo el mundo enfrenta la escasez de fertilizantes?

Después de haberse postergado dos años por la pandemia de COVID-19, finalmente el Foro Económico Mundial que tiene lugar en Davos se celebró. La agenda central de líderes mundiales y empresarios giró en torno a cuatro puntos, cambio climático, la creciente inflación, la operación especial militar de Rusia y como ésta agravó la crisis energética y alimentaria. 

Constantemente durante las reuniones del foro, se atribuyó el problema de la escasez de fertilizantes e inseguridad alimentaria únicamente a la operación militar de rusa en Ucrania, lo cierto es que entre marzo de 2020 y febrero de 2022 el precio del trigo dobló. China anunció una cosecha restringida en febrero del 2022 lo que tuvo impacto en los precios. Finalmente, con la operación militar rusa se agravó la subida en otro 50%.

Finalizada la reunión en Davos, queda claro que los líderes mundiales seguirán aportando suministros de armas a Ucrania e imponiendo sanciones a Rusia. Las respuestas respecto a que se va a hacer para evitar que la cifra de 276 millones de personas que ya sufren de inseguridad alimentaria grave y aguda se mantenga en aumento no es clara. 

Los productores agrícolas en todo el mundo están buscando opciones que les permitan seguir con sus actividades al menor costo posible. En Zimbabue y algunas partes de EE. UU. por ejemplo se ha regresado al empleo de estiércol, otros reducen la cantidad de fertilizantes que generalmente usan o han cambiado a cultivos que requieran menos potasa, urea o fosfato.

     Algunas otras de las medidas que se han implementado, es que, ante la subida de los precios de los fertilizantes, las sequias, las olas de calor, y las inundaciones algunos países han decidido restringir sus exportaciones de granos y fertilizantes, para dar prioridad a su población.

India, que produce el 13.7% de trigo en el mundo, y también es de los principales consumidores, ha decidido limitar sus exportaciones. Desde antiguo, el país ha enfrentado problemas de inseguridad alimentaria que ha tratado de contrarrestar con importaciones y producción creciente. A raíz del conflicto aseguró que se exportarían alrededor de 10 millones de toneladas de trigo en 2022. La ola de calor que recientemente se elevó hasta los 50°c ha disminuido el rendimiento de los campos y las cosechas, lo que llevó a la Dirección General de Comercio Exterior a imponer el veto de exportaciones.

China, que es uno de los principales exportadores de fosfato y urea en el mundo, también limitó la cantidad de exportaciones que hacen de fertilizantes. El alza de los precios de los energéticos encareció la producción de fertilizantes y aunado a ello, fuertes inundaciones han provocado el cierre de algunas importantes fábricas.

América Latina una de las zonas más afectadas por la falta de fertilizantes, ha comenzado a buscar opciones de autoabastecimiento. Bolivia que produce entre 1600 y 1700 toneladas de fertilizantes por día, ha dicho que en los próximos años espera construir dos plantas específicamente para la producción y exportación local de fertilizantes. La primera fábrica estaría destinada a abastecer a Perú, Ecuador, Chile y Argentina, mientras que la segunda se encargaría de abastecer exclusivamente a Brasil.

La operación militar especial de Rusia, ha sido uno de muchos factores que han agravado la crisis alimentaria y de fertilizantes, pero no ha sido la causante. Los precios de los alimentos ya habían comenzado a subir en 2020, antes del conflicto. El factor climático juega un papel sumamente importante en el aumento de los precios, las continuas sequias e inundaciones reducen y dañan el rendimiento de los cultivos. 

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Tema de investigación: 
Desarrollo y medio ambiente