Editorial de Integración Económica y Cooperación Financiera: Febrero, 2013

Del 25 al 28 de enero se llevó a cabo la I Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE), la VI Asamblea EUROLAT, la IV Cumbre empresarial ALC- UE, el VII Encuentro de la Sociedad Civil Organizada ACL- UE y el VI Foro Eurolatinoamericano de Sociedad Civil. Esta cumbre, que acaparó gran atención mediática, buscó fortalecer el diálogo político y estrechar las relaciones económicas y financieras basadas en una liberalización comercial de carácter integral y equilibrado al mismo tiempo que dio espacio para que las empresas financieras y no financieras hicieran tratos, los ONG acordaran estrategias conjuntas y que los medios de comunicación alternativos se coordinen. [2] Ha quedado claro que cuando se habla de integración, lo actores presentes no son solo los Estados sino las empresas financieras y no financieras, los académicos, los medios de comunicación y los sindicalistas. La idea de las viejas cumbres de jefes de Estado parece haber desaparecido salvo para asuntos tácticos, como en UNASUR o el G7.

   Esta reunión ocurrió cuando la situación actual de América Latina es de bonanza y crecimiento y en medio de una crisis severa de las economías desarrolladas. Desde abril del 2012 se encuentran en recesión las economías de los países miembros de la Unión Europea. Los mercados preferentes de Europa están recesados igualmente. Quizás por esto la Unión Europea anticipó que buscaría establecer "una nueva alianza estratégica" [3] con los gobiernos de América latina y el Caribe, dado que nuestra región se ha convertido en un socio económico clave para la Unión Europea.

   Europa sigue mirando a América latina con la misma visión colonial del siglo XVI. La región le es importante porque tiene materias primas y porque está cerca del mercado más rico del mundo. La crisis del mercado rico parece no interesar a esta visión. La poca relevancia de Europa como mercado para América latina no fue evidente en la cumbre de Santiago. ¿América latina quiere mercados industriales en una región sin crecimiento?, o busca mercados dinámicos. Quizás veamos pronto una cumbre Asean CELAC que refleje mejor los nuevos tiempos. Lo que está claro es que para Europa, América latina es una fuente de fortuna.

   La metáfora de esta cumbre fue la visita de Mariano Rajoy al Perú camino a Santiago; en los tiempos de la renovación del contrato entre el estado peruano y Telefónica de España. La parada técnica de seis horas tuvo como beneficio que Telefónica no le pague al estado Peruano 2,300 millones de soles (pronto 1000 millones de dólares) de impuestos que adeuda desde el año 2000. Esta condonación de deuda a la empresa que está pasando por un pésimo momento en España, que pasa por una crisis aguda, es la metáfora de esta cumbre. BBVA declaró que su fuente de ganancias en Madrid salió de sus filiales en América latina, sobre todo México. Así las cosas, se puede proponer que el sentido de la cumbre ha sido político formal de un lado y pecuniario del otro.

   El tema político formal más significativo es la resolución del conflicto de las Malvinas. Gran Bretaña, inversionista importante en la región, está en una posición de no negociar las Malvinas, como se apreció en 1982 cuando la fatídica guerra. Las islas son importantes tanto por su ubicación estratégica como por los yacimientos de gas cercanos.

   En medio de esto, ha causado revuelo y regresado a las mesas de discusión, la idea de crear una moneda alternativa al dólar. Esto no es de interés sino para las economías más industrializadas de América latina y para las detentoras de altos niveles de reservas internacionales. Las perspectivas de que el dólar siga debilitándose son fuertes y aunado a la incertidumbre de los mercados sobre las decisiones sobre las tasas de interés de FED, llevan a pensar en que el dólar ya no ni una moneda estable y ni mucho menos segura, por lo que la necesidad de contar con una moneda alternativa en la función de unidad de cuentas que pueda estabilizar el comercio dentro de la región y recudir la incertidumbre, es latente. La función del dinero que se requiere estabilizar es la unidad de cuentas, porque los medios de pago pueden ser las monedas nacionales y las unidades de reserva podrían anotarse en la unidad de cuentas si se animaran a dar el paso. En el portal www. OBELA.org está el peso sudamericano para su apreciación.

 

Notas

 

[1] Texto redactado con colaboración de Francisco Josué Martínez Cervantes, proyecto ObELA, Universidad Nacional Autónoma de México: Instituto de Investigaciones Económicas.

[2] Carolina Mascareño Orellana, “Las claves de la Cumbre Celac-UE, la mayor cita internacional desarrollada en Chile” en La Tercera. Disponible en web: http://www.latercera.com/noticia/politica/2013/01/674-505599-9-las-claves-de-la-cumbre-celacue-la-mayor-cita-internacional-desarrollada-en.shtml

[3] Infobae, “Celac-UE cerró con llamado a "unir fuerzas"”en La Nación. Fecha de publicación: 28/01/2013. Disponible en web: http://www.lanacion.com.py/articulo/110974-celac-ue-cerro-con-llamado-a-unir-fuerzas.html

Tema de investigación: 
Integración y comercio